Etiqueta: rutina

  • Dormí como un lirón

    ¡Dormí bien! Me gusta decirme que dormí “como un lirón”, aunque no tengo ni idea de cómo duermen los lirones, pero es una imagen que me resulta simpática.

    Ayer, pese al cansancio, estuve productivo. Tuve mi momento Eureka cuando escribí el posteo en “¿Genialidad?” sobre tuteláfilos y tuteláfobos. Escuchaba noticias de Europa y me cayó la ficha: muchos de los problemas actuales del mundo no son, en el fondo, políticos en el sentido clásico de derecha e izquierda. Son más bien actitudinales. Una actitud frente a la vida.

    Hay quienes requieren ser tutelados —por pareja, familia, amigos, instituciones, Estado o supra-Estado— y otros que prefieren que nadie intervenga en sus asuntos y les dejen espacio para hacer. Pasa en todos lados, pasa en todos los órdenes. Me divierte profundizar en esto y ver hasta dónde llego.

    Por otro lado, vuelvo a estar pendiente de la página del Consulado de México —tanto en Uruguay como en Argentina— para conseguir una cita para solicitar la residencia. Es como misión imposible, y creo que voy a claudicar. Se lo perderán los mexicanos.

    Ya perdí tiempo (y dinero) consiguiendo los papeles que exigen —que pronto van a vencerse— y no consigo el bendito turno. Mes a mes, un día cercano al final del mes, habilitan sin aviso citas para los simples mortales que las pedimos vía web; pero duran un instante. Y peor: si entrás un par de veces seguidas, el sistema detecta “actividad sospechosa” y te bloquea. Resultado: imposible conseguir turno hasta el mes siguiente.

    Así que no, México: no me resultás tan atractivo como para volver a hacer todos los certificados apostillados y esperar a que, por casualidad, justo haya turnos cuando yo chequeo la página.

    Ah, y sí: volví al gimnasio por primera vez luego de haber regresado de Paraguay. Hoy otra vez me duele todo. Tengo que ir de nuevo sí o sí para que el dolor pase y para retomar el ritmo. Si no, la tabla de ravioles de mis abdominales no vuelve más. Me pone feliz saber que está ahí, aunque el exceso de grasa la mantenga en modo leyenda urbana.

    A ponerme en órbita y a encarar el día.

  • Arrancando la semana un martes

    Martes, 5:40 am

    Esta semana “oficial” arranca hoy, después de un largo feriado de 4 días. Justifica que la arranque bien temprano. Pero la realidad es que me costó dormir y acá estoy en este extraño lugar, entre lucidez y desvelo, retomando mi diario al que le puse el rimbombante título de mento-emocional. No puedo ser más payaso.

    Ayer fue un buen día: trabajé con el blog, solo y con Kael y avancé al punto de sentir que realmente empieza a tomar forma, porque ya voy aprendiendo realmente cosas nuevas acerca de cómo manejarme con WP y también empiezo a ver cosas que no venía haciendo bien, y empiezo a corregirlas. Claro ejemplo: las etiquetas.

    Estaba duplicando conceptos, usando las mismas en singular y plural, usando palabras muy similares en diferentes entradas para referirme a lo mismo, etc.

    Las etiquetas tienen que ser útiles para que pueda navegar el sitio en forma más conceptual, más allá de lo que ofrecen las categorías y subcategorías del menú. Un sistema bien diseñado y curado, me va a permitir recuperar fácilmente mis principales ejes temáticos, otros no tan importantes, y aún ir viendo cuáles son las cosas sobre las que mi mente trabaja más, y cuáles aparecen en forma circunstancial.

    Me divierte mucho y me regocijo por adelantado imaginando que voy a poder hacer este tipo de análisis, después de haber tomado mi decisión soberana de empezar a armar este blog. Creo que se va a convertir en una excelente herramienta útil y también en un gran entretenimiento. Y algo no menor, es que me da un propósito muy narcisista. Es indudablemente apasionante poder contemplarme pensando a lo largo del tiempo.

    Mientras haga este blog de la forma en que lo tengo craneado, paso a ser de algún modo mi propio tema favorito, porque piense lo que piense, escriba sobre lo que escriba, el hecho de este autorregistro me va a producir una mayor autoconciencia. Eso me va a dar una claridad que antes no tenía, ya que me propicia mirarme con más precisión.

    Por otro lado, creo que por más que arranque a partir de un laboratorio del caos (Caos Lab), para después poder decantar ideas y terminar elaborando cosas más estructuradas como pueden ser ensayos, me da una metodología previa que sin quererlo ya me ordena un poco.

    ¿Estará bueno eso o lo voy a sentir justamente como un condicionante que me lleve a sacrificar soberanía mental? No sé si esta metodología me va a ordenar o me va a encorsetar. Puede ser ambas. Sólo el tiempo, mantener el método y ver cómo lo manejo, me lo va a develar. Presiento que el experimento vale la pena, y que termine como termine, me va a hacer crecer y a dejar enseñanzas.

    Ayer con todas estas cosas, y con el asunto del feriado, terminé yendo al parque a tomar mates en vez de al gimnasio que tenía que retomar. Pero ¿quién retoma el gimnasio el último día de un feriado extra largo? Yo no, claramente. Al menos no en esta oportunidad. Para hoy ya no tengo excusas. Veremos cómo me va.

    La lista de cosas para hacer hoy es extensa, así que lo mejor que puedo hacer es ir poniéndome en órbita.

    Este soberano arranca así su día. Y su semana oficial. Decreto que va a ser estupenda.

  • Lunes feriado post-Paraguay

    Hoy es nuevamente feriado, el cuarto día consecutivo, ya que el viernes también lo fue. Es cómico porque si bien ya hace más de diez años que tengo como base la Argentina, casi nunca sé cuándo son los feriados ni a qué obedecen. Un lujo que me puedo dar por no trabajar en relación de dependencia y por llevar mi Patria adentro. Además, íntimamente no preciso celebrar ningún tipo de gesta heroica o conmemorar hechos desgraciados de nadie.

    Pensando mejor, tal vez haya alguna excepción que me saltó en cuanto escribí la frase anterior, pero hoy no tengo ganas de analizar eso. Le doy lugar pero lo mando de nuevo al fondo de mi mente.

    Regresé de Paraguay cansado. Me encanta ir y volver manejando, pero las rutas están en mal estado. Esto me exige más atención todavía y evitar conducir de noche; aunque un par de horas igualmente sigo, después que se esconde el sol. Y el viaje es largo. Lo hago en dos días para ir y dos para venir.

    Cada día estoy con más ganas de incorporar más profundamente a Paraguay, dándole un lugar más marcado en mi modo de vida. Ya tengo mi residencia, pero cada vez me invita más a explorar sus posibilidades. Su gente me encanta y el clima, evitando los meses más calurosos, es ideal para mí. La naturaleza es fabulosa y Asunción está a punto de caramelo en varios aspectos. El momento es ahora.

    Creo que es una ciudad que se va a terminar malogrando (respecto de la ciudad que era) por la enorme cantidad de edificios y proyectos que en ella se están desarrollando. Pero hoy, la mezcla de vegetación, chalets de teja, calles empedradas y proyectos modernos e imponentes que irrumpen en medio de eso, le brindan una magia que me fascina.

    Por otra parte, siento que Paraguay encarna en este momento el antiguo dicho de “hacerse la América”, cuando los europeos llegaban en barcos por las oportunidades que ofrecía este continente. Ese hacerse la América, hoy en Paraguay, sin dudas está presente. Se palpa en el aire. Así que sí, por ahí voy…

    También quiero retomar mi entrenamiento en el gimnasio, que me estaba haciendo bien, y ocuparme de mi blog y de algunas cuestiones financieras, así que día completo. Que la casa siga esperando; igual, se va manteniendo en condiciones aceptables de habitabilidad para mis propios estándares. Tengo pescado que saqué del freezer y con unas papitas me arreglo para preparar algo rico. Todo bajo control, si es que se puede controlar algo (que no), así que día, allá voy.